¿Tienes miedo a ser feliz?
Jorge Arce Hernández
De todos los miedos que tenemos hay uno que muchas veces está por encima y que origina los otros o, por lo menos, les da más fuerza para permanecer aferrados a nuestra vida: el miedo ser felices.
Aunque parezca contradictorio, porque en muchos casos parece que lo que hacemos en la vida es buscar nuestra felicidad, es justamente eso de lo que nos alejamos con acciones, pensamientos, actitudes, saboteos… tantas veces que ya nos acostumbramos a estar lejos.
Por ese miedo a ser felices, permanecemos en los dolores conocidos, en los conflictos aprendidos, en las desilusiones y las desesperanzas acostumbradas. Por ese miedo a ser felices nos saboteamos una y otra vez la vida, nos encargamos de bloquearnos y oscurecernos los caminos que pueden llevarnos a un lugar mejor.
Piensa en cuántas veces te atrapan las creencias limitantes o el desgano ante el camino que se abre para ti; cuántas veces te empeñas en repetir los mismos caminos que sabes te llevarán a mantener las heridas o a tener unas nuevas; cuántas veces cuando parece que todo está listo para lo que quieres no resulta; cuántas veces te conformas con que te vaya bien en algún aspecto y justificas que en los otros no; entre muchos ejemplos.
Algunas de las causas para el miedo a ser felices son:
- Preferimos el lugar conocido, así no sea el mejor, que lanzarnos a la vida. ¿Qué podría pasar si nos va bien? Ya no tendríamos más excusas.
- Ser más felices que nuestros padres, alguno de ellos o algún familiar, puede ser tomado de forma inconsciente como una “traición”. Desde el amor de hijos nos hacemos leales a las historias trágicas de nuestra familia y superarlas a veces nos hace sentir culpables.
- Los dolores, las tristezas, las heridas que tanto nos pesan y de las que nos quejamos tienen “ganancias secundarias”. Expresiones dirigidas a nosotros, como “pobrecito”, “qué vida tan difícil”, “como te toca de duro”, entre otras, reflejan esta idea y nos permiten gozar de ciertos beneficios, como la atención de los demás y la validación de nuestro dolor emocional o mental “incapacitante”.
Revisa:
- Si alguna de estas causas podría ser la tuya.
- Si hay otros motivos por los que puede darte miedo ser feliz.
- Si tienes miedo a ser feliz.
- Si te saboteas, si te diriges en contravía a la felicidad.
- Si estás más “cómodo” en donde estás hoy aunque sepas que no es lo mejor para ti.
- Si prefieres “el dolor conocido, que la alegría por conocer”.
Recuerda que la felicidad es una decisión que se actualiza cada día. Tú decides qué clase de vida quieres… aquí y ahora.