Conéctate con tu dicha

Andrea Jaramillo Hernández

Hay épocas de la vida, del año, del mes y de la semana que a veces se sienten aplastantes, exigentes, agobiantes, cansadoras. Hay días nebulosos, llorosos, lentos muy lentos.
Y pensar en la dicha puede parecer imposible.

Pero hay cosas que puedes hacer, sin dinero, y sin necesitar mucho tiempo, que pueden reconectarte inmediatamente con la dicha perdida en medio del afán.

  • Ríete de ti. Convierte tus miedos, cargas, complejos… en aliados. Míralos de otra manera. Mírate de otra manera.
  • Reencuéntrate 15 minutos con quienes quieres. ¿Cuánto tiempo dejas pasar para ver o hablar con quienes más quieres? Con solo 15 minutos de charla, encuentro o caminata puedes resumir meses de distancia y recargarte con lo mejor del afecto compartido con amigos y familia. Pero no olvides: primero reencuéntrate contigo.
  • Actúa con las G’s: gratitud, gracia y generosidad. Sin pausa y con ritmo, simples, fáciles y poderosas. Tan sustanciales que cambian el clima más gris.
  • Crea un espacio para ti. En tu casa, en el estudio, en un rinconcito… donde estar sea tan agradable que puedas pasar allí largas horas en completa dicha. Pon lo que más te gusta, lo que te recuerda la gracia de la vida, lo que embellezca el panorama y disfruta.
  • Mira al cielo. No hay mejor paisaje que el de las nubes danzantes y las estrellas titilando. Despierta reverencia, maravilla y comunión. La próxima vez que camines, pasees o salgas, mira el cielo.
  • No hagas nada. Deja ratos o días sin planes específicos. Date el permiso de estar espontáneamente en los “espacios en blanco” que aparezcan en tu agenda. De pronto terminas en medio de la danza, la escritura, la cocina, la música… disfrutando.