Despierta tu confianza
Jorge Arce Hernández
La confianza está en la base de la vida. La confianza en lo que eres, en lo que puedes ser y hacer, en que la vida te sustenta más allá de cualquier circunstancia.
La confianza te empodera, te ayuda a construir tus límites, impide que lleguen a ti personas y situaciones que te maltratan.
Algunas veces puedes sentir que no está, que no la tienes y pasas los días añorándola y buscándola afuera: en otra persona, en un objeto, en alguna distracción… Pero cuando te atreves a mirar hacia ti, como a un espejo sincero y amoroso, puedes encontrarla porque siempre ha estado ahí.
Algunas ideas para que te reconectes y fortalezcas tu confianza:
- Conéctate y entrégate a la tierra. Camina por un parque, acuéstate en el pasto, debajo de los árboles, abraza un árbol (pídele permiso antes). La confianza viene de la tierra.
- Di las siguientes frases, dirigidas a tu papá y a tu mamá (imagínalos frente a ti). Puedes escribirlas o decirlas en silencio. Puedes hacerlo varias veces: “tomo de ti la vida, tomo la fuerza y la confianza para mi vida. Tomo de ti todo lo que necesito para mi vida. Te honro. Te tomo en mi corazón tal cual como eres y como fuiste. No te juzgo”. La confianza viene de tu padre y tu madre, sin importar la relación que tienes o tuviste con ellos. Viene con la vida. Solo debes tomarla.
- Tómate unos minutos cada día para reconocer lo que eres, lo que has logrado y lo que no quieres más en tu vida. Puedes escribirlo. Pon metas y tiempos para mejorar lo que necesitas. Haz seguimiento a las acciones y reorienta lo que sea necesario.
- Date cuenta de cómo estás viviendo cada día tu confianza. Observa tu coraje y tu prudencia para actuar. Observa si actúas de forma agresiva o temerosa. Identifica qué te hace falta ver, trabajar, decidir y actuar.
- Revisa de forma permanente tus límites y lo que entra a tu vida. ¿Te maltrata? ¿Te hace sentir inferior? ¿Te genera sufrimiento? ¿Te bloquea o deteriora la confianza? ¿Es sano y trae buenas cosas para tu vida. Empieza a fortalecer tus límites. Tu decides.
- Respira profundo. Párate bien sobre la tierra. Tronco recto, rodillas flexionadas, mirada en el horizonte. Brazos firmes. Toma la energía de la tierra (flexiona más las piernas manteniendo el tronco firme). Levanta la mirada. Repite esto algunos minutos todos los días.
- Limpia tu energía. Un baño de agua con sal en la noche (una vez a la semana) te ayuda a que la energía fluya y se fortalezca.
- Recuerda que lo más importante que sucede en la vida se escapa de tu control. Entrégate y confía en que la vida te sustenta y te da lo que necesitas… si así lo quieres y decides recibirlo.
- No olvides que eres luz, que todo sucede por una buena razón.
- Todas la herramientas para resolver lo que te sucede en la vida ya están en ti. La confianza también. Solo es necesario reconocerlo y conectarte.