El perdón: desconocido en el Cielo

Compartir con otros puede llevarnos al dolor, vestido de enojo, tristeza o miedo. Si ese dolor no es sanado, con el tiempo puede convertirse en culpa, rencor y deseo de venganza.

Es cuando necesitamos el perdón, pero este no es como lo pensamos.

Dice Un Curso de Milagros que “el perdón es desconocido en el Cielo, donde la necesidad de él sería inconcebible”, y es que el falso perdón es una pequeña trampa de las partes heridas nuestras, de aquello que creemos debemos proteger.

El falso perdón nos pone por encima de aquel que nos lastimó o que se equivocó, y reiteramos esas creencias culturales del ‘bien y el mal’, de los ‘buenos y los malos’, y peor aún, instauramos tales ideas ante aspectos internos, y terminamos incapaces de perdonarnos a nosotros mismos.

El falso perdón nos victimiza, y por ende, en el fondo, nos desempodera.

  1. Por ello debemos saludarnos y saludar a los otros como en la India: Namaste. Recordando que lo divino en mí, es tan divino como lo que hay en ti. Esto no implica complicidad o indulgencia, sino abrazar todo lo que somos como humanos, y todo lo que hacemos desde una mirada más abarcadora e integradora.
  2. Si creemos en la omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia de lo supremo, sabemos que no podemos escaparnos de esa sabiduría y que nadie puede hacerlo: todo es perfecto.
  3. La manera en que nos vinculamos con nosotros mismos y los otros nos muestra que tan presente está el amor, cuantas viejas heridas traemos sin sanar, nuestro grado de autorespeto y nuestro compromiso consciente. El falso perdón nos entretiene y aleja de ello, nos priva de la oportunidad de vivir responsablemente, evita que nos hagamos cargo de lo único que nos corresponde: nuestra propia existencia.
  4. Abraza tu experiencia. Cuando el dolor aparece, es necesario nombrarlo, mirarlo y tomarlo como lo que es. Siéntete más, identifica y distingue: es rabia, tristeza o miedo; ¿de qué?, ¿qué perdiste o puedes perder?, ¿qué ganas al soltar?, ¿qué te muestra de ti?, ¿qué tanto de imaginario hay?, ¿qué sucede con la otra parte?…
  5. Elige cómo continuar. Opta por caminos amorosos, luminosos y livianos. “Estás buscando la chispa de luz, decidiendo como proceder, considerándolo todo.” Danielle LaPorte