Emprende 6 actos de compasión hacia ti

Yohanna Jaramillo Hernández

En nuestro camino muchas veces nos encontramos con dificultades, caídas y errores. Asumimos la tarea espiritual de transformación y cambio, pero tenemos días de días, y si tal vez ayer tenías la seguridad de lograrlo, hoy no.

La vida ocurre en un perpetuo movimiento y genera cambios sin parar, detener este proceso es luchar en contra de lo natural, generando situaciones más difíciles y repetitivas. Sin embargo la vida es sabia y cada uno de sus mecanismos tienen una enseñanza implícita detrás, resistirnos y evitando el dolor solo nos aleja de la oportunidad de ser cada vez más quiénes debemos ser.

Tomar la decisión de cambiar nuestras vidas, transformar nuestro entorno y sentirnos más plenos en nuestra piel es tan solo el primer paso, porque nada que se haga sin perseverancia y paciencia logra alcanzar el éxito, y es aquí cuando sentimos desfallecer. Piensa en todos aquellos momentos en que no puedes más, en que la esperanza abandona tu cuerpo, y que estas tan solo a un paso de rendirte.

La vida consiste en una danza continua entre el gozo y la tristeza, entre el movimiento y el recogimiento, entre la acción y la sabia espera. Necesitamos aprender a ser compasivos con nosotros mismos, este paso es necesario y justo, es el único que te repondrá en los días lluviosos, y que te dará las fuerzas para continuar; es el que te dará el equilibrio en el perpetuo transcurrir de la vida.

Compasión (del latín cumpassio, traducción del vocablo griego sympathia, literalmente «sufrir juntos» simpatía). La compasión por nosotros mismos se trata de crear una empatía entre lo que somos y deseamos llegar a ser. Aceptamos que lo que hoy tenemos es suficiente y necesario, y nos motivamos con el deseo de alguien mejor, para avanzar. La compasión surge naturalmente cuando comprendes que todo lo que haces y dejas de hacer esta ligado con una fuerza mayor, una fuerza que te enseña y te conduce por el camino de tu propia satisfacción. Esta Gran Luz, es la energía que lo compone todo, y es más grande que tu y que yo. Mantener esta conexión genera una capacidad asombrosa de continuar sin demasiadas identificaciones con errores o con caídas. Todo lo que sucede tiene una finalidad mayor de la que imaginas, permite que la vida ocurra, entrégate confiadamente al sabio transcurrir de los sucesos.

Genera actos de compasión hoy por ti: 

  • Acepta lo que eres, acepta lo que tienes, acepta lo que es; no como un sinónimo de resignación, sino como un acto de agradecimiento por los grandes dones que sólo tú tienes, y del gran impacto que tiene tu conciencia en el mundo.

  • Nunca te compares con alguien más. Con “la única persona con la que debes compararte es con la persona que tienes el potencial de llegar a ser” Michael Berg.

  • Conéctate con la Fuerza que todo lo gobierna, y todo lo ordena. La expansión y la libertad es una Ley de la Vida, y como Ley actúa permanentemente en tu vida. Toda experiencia y circunstancia te lleva inevitablemente más cerca de ese centro de poder interior.

  • Pregúntate qué te apasiona, qué te motiva, qué te atrae. Las respuestas podrían sorprenderte, sin embargo, te llevarán al camino correcto.

  • Olvida la falta de oportunidades. Olvida tus errores. La misión de la vida no es hacer las cosas, es hacerlas con consciencia y mientras esto ocurra la vida te dará siempre oportunidades, todas las que necesites. Aprovecha.

  • Enfoca tus cambios. Has decidido que es hora de cambiar, que quieres moverte y crecer. Cada vez que te caigas recuerda las oportunidades ocultas detrás de ello. ¿Qué hay por aprender de este desfallecimiento? Extrae la sabiduría en las pérdidas, en la ansiedad, en el agobio, y en la tristeza. Todo esto son señales de la vida para que enfoques tus cambios.

“La única razón por la que logramos hacer muy poco del trabajo que debemos hacer es porque no apreciamos quien realmente somos… no apreciamos la grandeza ni el potencial de nuestra alma”.

Michael Berg