Cuando siendo niña no recibiste de tus cuidadores primarios atención a tus necesidades legítimas y genuinas de protección, conexión y sintonía, validación emocional, reconocimiento de tus logros sin juicios ni expectativas, ni celebración vas a tener inevitablemente una niña interior herida. Esa niña se va a trasladar a la adultez como una adulta que no es capaz de funcionar plenamente