El Yoga no es una religión

Andrea Jaramillo Hernández

Durante la práctica de yoga podemos preguntarnos la relación del yoga con la religión, sus puntos de encuentro y de divergencia, es mi propósito abordar este tema.
La palabra yoga proviene del sanscrito y significa ‘unión’ o ‘unir’, de manera semejante la palabra religión se relaciona con el verbo latino ‘religare’ que significa ‘volver a unir’, y sin referirnos a las religiones dogmáticas,  la religión tiene relación con la experiencia vital del hombre en comunión con la realidad suprema. Aquí encontramos un primer punto de encuentro, así sea etimológico, que nos ayuda a abrir la comprensión del propósito profundo del yoga y la religión, ambos, podría decirse son caminos que conducen a un estado de unidad con lo superior, sin embargo no debe confundirse el yoga con una religión.
El yoga es una práctica espiritual. La espiritualidad, puede decirse, tiene que ver con la vida interior, el entendimiento en evolución constante de uno mismo y su lugar en el cosmos, como decía Viktor Frankl ‘la búsqueda de sentido’ del ser humano.1 La religión, por otro lado, es la porción externa, visible y estructurada organizada, dogmática y doctrinal de la espiritualidad, y no necesariamente se construye a partir de ella (como cuando surge el fanatismo y fundamentalismo religioso), la religión es la forma que se le da a los procesos espirituales individuales y colectivos, para congregarse y compartir.
El yoga hace parte de los seis sistemas filosóficos y de pensamiento de la india, que aunque surgieron, crecieron o existen en paralelo con el hinduismo 2 o el budismo 3, no son sistemas de creencias, ni religiones, ni sectas. “El yoga no insiste en que Dios existe, como tampoco dice que Dios no existe”4 porque eso no le compete, así que una persona religiosa puede practicar yoga considerando a lo divino, pero también un ateo o no creyente puede practicar yoga sin identificarse con un dios, de la misma manera como un religioso o ateo pueden aprovechar los beneficios de la medicina, sin ser científicos.

El yoga no cuenta con dogmas (proposiciones que se asientan por firmes y ciertas y como principios innegables) y mucho menos cae en el dogmatismo (aceptación falta de crítica de ciertos dogmas). Los filósofos indios lejos de ser dogmáticos han mostrado una tendencia a ser conscientes de los límites de la razón. El yoga no tiene rituales como bautismo o confirmación, no hay obligaciones religiosas como el recibimiento de sacramentos, peregrinajes devocionales, ayunos en fechas especiales, etc. En esto el yoga se diferencia de las religiones dogmáticas, como la católica, y no pelea con ellas, pues no hay dogmas ni doctrinas que choquen entre sí, el practicante de yoga puede encontrar que las técnicas, prácticas y principios yoguícos son un camino para intensificar su religiosidad y vivirla más plenamente. La filosofía (del latin philosophĭasignifica ‘amor a la sabiduría’) para los indios nunca se consideró como una mera comprensión intelectual del mundo que nos rodea; era una búsqueda  de la verdad, de la totalidad de la verdad. Con lo cual, la persona que buscaba la verdad no quedaba satisfecha mientras no experimentara  por sí misma un revelación de la verdad. En la india la filosofía broto de profundas y sobrias reflexiones acerca de los problemas propios de la existencia humana y el esquema de valores convencieron a todo filósofo indio de que la filosofía debía ser una forma de vida y no meramente una especulación.5 En este punto puede decirse, que aunque la religión dogmática aborda las verdades, y las establece desde la doctrina y los dogmas,  no pretende necesariamente la experiencia de esas verdades en el estilo de vida del religioso practicante, si no que primordialmente pretende la adopción de los dogmas desde la creencia y la fé. Al respecto, vale la pena aclarar acá, que aunque los filósofos indios reconocen los límites de la razón y de la experiencia humana para vivenciar tales verdades, no se limitan por ellas, pudiendo evidenciarse una libertad de pensamiento entre los filósofos y la expresión de su mayor virtud: el espíritu de tolerancia, que se expande no solo hacia las filosofías indias, sino que abraza e incluye otras filosofías y sistemas de creencias y religiones.

Los seis sistemas filosóficos de la india, donde se incluye el yoga, reciben el nombre de darshanas, que significa ‘visión’, ‘algo que ha sido visto, experimentado y comprendido personalmente’, ‘ver’, ‘tener una visión’6, y se puede aparejar con ‘punto vista’. En este sentido lo que el yoga, como los otros cinco sistemas, muestra son puntos de vista, formas de ver, y métodos para que quien quiera, pueda llegar a las mismas verdades, que en la línea de la lógica son las mismas verdades de la religión.

En el yoga el uso de los mantras, puede generar ciertas inquietudes para quienes profesan alguna religión. Los mantras son vibraciones sonoras que afectan los diferentes centros neurovegetativos del cuerpo, regulando y armonizado las funciones cerebrales, nerviosas y hormonales. La forma original de la mente y el cerebro es energía, y ellos emiten una energía que es sutil (que se puede captar en un Electro Encéfalo Grama EEG), de la misma manera los mantras son sonido, frecuencias o vibraciones energéticas sutiles que armonizan esas ondas observables de los EEG.

En el paladar, hay 84 puntos meridianos, 64 en el paladar duro y 20 en el paladar blando. Esta vibración va desde el hipotálamo, el que dirige las actividades de la glándula pituitaria, y rige el sistema endocrino, o, el que se encarga de la liberación de los productos químicos y las hormonas en todo el cuerpo, al cerebro. Esta vibración (frecuencia) libera hormonas que  equilibran la química del cuerpo, y tienen efectos de curación, emocionales, y sobre el bienestar.

El Om desde la perspectiva del yoga, es el sonido o vibración de universo, y es inherente a todo lo que existe, por esto se canta en algunas clases de yoga, con el fin de unificar las energías del grupo con las de la creación, y no tiene ninguna relación o connotación religiosa, con divinidades o formas de adoración. Cuando un grupo canta el Om en voz alta juntos, los lleva a la coherencia grupal, trabaja para elevarlos a todos al mismo tiempo. Sin embargo, si un persona que desea practicar yoga no se siente comodo con el uso de mantras, o de cierta terminología propia del yoga, puede omitirlos y en su lugar utilizar la oración o algún mecanismo propio de su religión. El escuchar o participar del mantra no tiene efectos nocivos, pues son simplemente sonido y palabras.

Lo que hay que rescatar del yoga, respecto a otras religiones:
El yoga es la experiencia que el practicante con su intención desea que sea. En realidad se puede practicar yoga desde cualquier intención: trabajar el cuerpo físico, mejorar la salud y vitalidad, descansar y manejar el estrés, aquietar y enfocar la mente, conectarse con lo supremo, divertirse con amigos y familia, etc. Esta intención es personal y se actualiza en cada práctica, de esta manera la intención, por ejemplo para un cristiano podría ser: ‘Cristo es el foco de intención y de adoración en esta práctica de yoga’.Muchos religiosos dan testimonio de experimentar una íntima relación con Dios a través de la práctica de yoga, reforzando significativamente su vínculo y religiosidad.7

El yoga une los principios positivos de las religiones del mundo: no-violencia, entendimiento, solidaridad, perdón, caridad…

El yoga enseña que todos pueden encontrar y realizar lo supremo (Dios, Yahve, Allah, voluntad divina, el todo, lo absoluto, la nada, o como se identifique eso supremo y superior). Ofrece a quien le interese, miles de años de experiencia y ejemplos vivientes de hombres y santos que lograron ese objetivo supremo.

Más allá del sistema de creencias, o religión que profesemos, el yoga nos apoya en el logro de actitudes y pensamientos positivos ante la vida.

El yoga es un sendero universal, que está basado en la propia experiencia. Es decir que uno continuamente corrobora los efectos y beneficios de su práctica, por ende no hay efectos secundarios o secretos detrás.
El yoga no requiere creer, o tener fé, por ende se puede seguir practicando con total entrega y endereza una religión y al tiempo enriquecerse de los beneficios del yoga, que van a todas las áreas de la vida incluyendo la espiritualidad y vivencia de lo religioso.
El yoga es pluralista (reconocimiento de muchos sistemas, principios o realidades 8) extendiéndose a todo sistema de creencias, ciencia, pensamiento o religión, y no tiene relación alguna con el politeísmo. Está libre de la necesidad de aceptar o negar una forma particular.
El yoga desafía los sistemas de creencia actuales de manera positiva, invitándonos a crear más paz, entendimiento, discernimiento, conciencia y nos conecta a verdades universales más grandes, liberándonos de las barreras y fronteras sociales, políticas, religiosas, ideológicas y filosóficas (David Frawley).

1 Phil Catalfo. Yoga Jorunal.

2 El hinduismo es la tradición religiosa predominante del subcontinente indio, y es la predominante en países como India y Nepal. Es la tercera religión más extendida en el mundo, con más de mil millones de fieles, tras el cristianismo y el islamismo. Wikipedia (2014).

3 Doctrina filosófica y religiosa, no teísta, perteneciente a la familia dhármica y, según el vedismo, de tipo nastika. Wikipedia (2014).

4 Desikachar.

5 N. D. Rajadhyaksha. Los seis sistemas de filosofía de la india.

6 Swami Niranjandada. Yoga Darshan.

7 Pueden leerse testimonio de cristianos practicantes de yoga en www.holyoga.com.

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