Ahimsa (no-violencia) y estilo de vida libre de crueldad
«Nuestras vidas no son sólo nuestras. Estamos unidos a otros, pasados y presentes, y con cada crimen y cada acto de compasión, vemos nacer nuestro futuro juntos» ― David Mitchell, Cloud Atlas
La palabra ahimsa para muchos puede ser conocida, gracias al movimiento social liderado por Mahatma Gandhi, basado en esta filosofía védica de la no-violencia.
Mahatma Gandhi, como lo recuerdo tras leer su autobiografía, era un hombre que se reconocía como igual a los demás y luchó mucho para desarrollar su voluntad de alcanzar ciertas prácticas espirituales, como la castidad. Tenia defectos que lo limitaban y un gran deseo de perfeccionamiento. Su búsqueda pretendía encontrar la verdad. Fue un hombre abierto, compartió con personas de varias religiones, y sacaba tiempo para investigarlas, logrando rescatar siempre lo mejor de ellas, y se lo apropiaba para sí mismo con cariño y respeto profundo. Con el pasar de los años, su vida se iba haciendo más sencilla y simple.
He de reconocer que lo que hoy más me llena de admiración por su ser y su camino, es su hermosa humanidad imperfecta que pudo encontrar lo sagrado en todo lo que existe. Recorrió el camino de la libertad de su pueblo y la de si mismo, no como un héroe insensible que lo puede todo, sino con los dolores, las lágrimas, las pérdidas y las caídas que todos tenemos. Así, dentro de cada uno reside el poder de actuar desde la conciencia; lo que no implica respuestas y soluciones inmediatas, sino la construcción de una vida con dedicación, empeño, entrega, entusiasmo y a veces dolor.
Ahimsa, la no-violencia, es saber que lo que hago (por omisión o comisión) es importante, no porque yo tenga la razón, sino porque estamos conectados y mis acciones reverberan más allá de lo visible. Ahimsa es reconocer nuestros errores, limitaciones, pesos y miedos, ser responsables por ellos y no pretender que otros asuman lo que nos corresponde a nosotros mismos. Ahimsa en el acto amoroso hacia mi y hacia todo lo que compone el universo, reconociéndolo como indispensable y sagrado.
Hoy, tras atravesar lecciones grandes, como humanidad hemos ido recordando poco a poco lo indispensable y lo sagrado en todo lo que existe; y aunque falta mucho por sanar, las mentes y los corazones están más abiertos y podemos afirmar que somos valiosos, dignos, sagrados e indispensables, sin importar el sexo, el género, la clase o la raza.
Pero como el aprendizaje es continuo, el desafío que hoy enfrentamos es el de la naturaleza, el reto de VERLA y RECONOCERLA con ahimsa, viendo, más allá de nuestra especie, el misterioso equilibrio que nos rodea y que florece sobre la tierra sin asfalto.
Tras haber superado en diferentes ámbitos algunos tipos de discriminación, que se han dado principalmente entre humanos, hoy el especismo (que es a la especie lo que el racismo es a la raza y el sexismo al sexo, una discriminación basada en la especie y casi siempre a favor de los miembros de la especie humana) representa un muro que vamos poco a poco transformando en una interacción más consciente, pero aún hay mucho por hacer.
Así, en la construcción de un vida más consciente, en la que vamos recordando ese flujo sagrado que late y se recrea en todo, se va haciendo indispensable restablecer la relación con la tierra y las otras especies; el cuerpo, corazón y la mente nos claman formas de relación nuevas y saludables.
Lo mejor de todo esto es que podemos realizar los actos compasivos y no-violentos desde la conciencia amorosa. Primero hacia nosotros mismos, entendiendo que transformar nuestro estilo de vida puede llevar tiempo, pero que lo importante es ir en consonancia con lo que el corazón nos indique. Y segundo, transformando paso a paso, día a día, nuestros pequeños actos rutinarios, en acciones conscientes que sean más respetuosas con todo lo que nos rodea para que como humanidad vayamos integrando a otras especies a nuestra idea de igualdad.
¿Que podemos hacer a favor de la igualdad de especies?
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Empieza por elegir un día a la semana sin carne. Esta acción está siendo llevada a cabo en varios países y específicamente en instituciones universitarias, con un gran éxito y significado para el aporte al cuidado del medio ambiente, salud, seguridad alimentaria y respeto a los animales.
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Da el primer paso, haciendo un cambio gradual o rápido, según sea mejor para ti, hacia la dieta y estilo de vida vegetariano. Aprende más y supera con información los mitos al respecto.
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Hazte un consumidor compasivo. Al comprar cualquier objeto de consumo verifica que haya sido fabricado libre de crueldad.
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Visita animales en santuarios (no en circos, granjas o zoológicos) y pon en consideración ver solo películas que incluyan animales digitalizados o únicamente domésticos.
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Al decidir tener animales de compañía elige solo los domésticos (gatos y perros). Abstente de la compra de otras especies y siempre adoptalos, no pagues por ellos. Ten en consideracion tu disposición y posibilidades reales de cuidar durante toda su vida a tu próxima mascota.
Enlaces recomendados:
Lunes sin carne:
http://www.meatfreemondays.co.uk/
http://www.meatfreemondays.com
Directorio de productos libres del crueldad
Recetas Vegetarianas por Linda McCartney
10 razones para ser vegetariano
Fuentes:
http://www.animanaturalis.org/395
http://wwwpriasukenindia-rocio.blogspot.com/2010/11/porque-son-sagradas-las-vacas-en-la.html
http://www.veoverde.com/2011/12/la-impresionante-inteligencia-del-cerdo/
http://ar.dir.groups.yahoo.com/group/veganismo/message/19640
http://www.cahiers-antispecistes.org/spip.php?article290