Cómo transmutar dolor, emociones y pensamientos

El dolor, las emociones densas como culpa, rabia, miedo, y la carreta mental cotidiana pueden convertirse en el peor veneno que nos intoxica si no lo atendemos.

Nuestra forma de empezar el día es un buen ejemplo de eso. Suena el despertador, nuestro primer pensamiento puede ser “no quiero pararme de la cama!”, y lo siguiente que hacemos es revisar nuestros correos y redes en el celular y pasamos al menos un buen rato expuestos a todos esos estímulos externos: demandas, pendientes, malas noticias, etc. Y saltamos a la ducha y al desayuno embebidos en esos afanes, desayunamos rápido lo primero que encontramos y no estamos presentes.

Y eso que empezaba como un nuevo día se convierte rápidamente en un día como los otros, cargado de lo que no filtramos y de lo que hacemos por costumbre aunque no nos conduzca a lo que queremos, eso es lo que nos envenena.

Se dice que Shiva creo los mantras para convertir el veneno en nectar. Mantra significa “liberar la mente” y justo esa voluntad sobre nuestra mente y nuestra emociones es lo que nos libera. Para ello tendremos que dejar de actuar por reacción y por costumbre, que aunque es cómodo nos limita, y es la expansión la forma más natural y sana de vivir.

Retomando el ejemplo anterior, usar nuestra voluntad para liberarnos sería algo como: despertar y antes de abrir los ojos agradecer todo en nuestra vida y visualizar el día que queremos tal como lo queremos, saltarnos el celular y las noticias y preparar en calma un desayuno con alimentos nutritivos que comemos con calma y atención ojalá disfrutando de buena compañía.
Con ajustes sutiles eso que era un veneno se convierte en néctar, todo gracias a nuestro enfoque y nuestra voluntad.

Lo mismo sucede con el dolor y otras emociones densas. Todos sabemos lo que implica una emoción que no sanamos ni transmutamos, más allá de su causa, pagamos el precio de cargar el malestar en nuestro propio cuerpo y corazón, y esa emoción se vuelve veneno.

Pero si con nuestra voluntad y atención escuchamos esa emoción, usamos su consejo para movernos (e-mocion) y cambiar lo que necesite modificarse desde el respeto propio y a los otros, esa misma emoción se hace néctar, que nutre, transforma, y construye.

Qué necesitas:
Reconéctarte con tu consciencia y tu voluntad. Siempre han estado allí así no las hayas usado últimamente.
Decidir que quieres, para transformar en néctar los venenos, a partir de tu intención de vida.
Encontrar desde tu voluntad y conciencia la manera de darle un giro positivo a las situaciones que te envenenan, pero ante aquellas que no podemos cambiar afuera, usar nuestra voluntad y consciencia para no perdernos en ellas y no dejar que nos envenenen.
Repetir, todos los días, en cada relación y en cada aspecto de tu vida.