[vc_row][vc_column][vc_single_image image=»1321″ img_size=»full» alignment=»center» css_animation=»appear»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

Todas las potencialidades y capacidades de la plenitud humana están grabadas en lo profundo de la memoria celular de nuestro cuerpo. Moverlo, sentirlo, despertarlo es reconectarnos con nuestra confianza, gozo, poder, amor, creatividad, intuición, inteligencia y trascendencia.

El cuerpo es también profundo, nuestro templo y vehículo, pero ademas el reservorio más basto del dolor que hemos vivido a lo largo de nuestra vida y del dolor que heredamos de nuestros ancestros.

Allí, sin saberlo aislamos el trauma y el miedo, es allí mismo donde esta la llave para liberarnos de todo ese dolor, trauma y miedo que nos paraliza en la vida.

Desde nuestra cabeza podemos ‘saber’ que somos espirituales, o podemos ‘conocer’ el origen de nuestro dolor o la causa de nuestro traumas, pero es solo accediendo y desbloqueando el cuerpo, que toda esa sabiduría y conocimiento se vuelven una experiencia real y cotidiana.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/6″][vc_column_text]Sesiones sugeridas: 
1 y 2. Músculo del alma.
3. Fascia: tejido de la conciencia.
4. Confianza, gozo y poder.
5. Amor, creatividad, intuición y trascendencia.
6. Resignificación, asimilación y cierre.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/6″ css=».vc_custom_1542996771140{padding-top: 50px !important;}»][vc_single_image image=»1335″ img_size=»medium» style=»vc_box_circle_2″][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»1316″ img_size=»medium» style=»vc_box_circle_2″ css=».vc_custom_1542996818309{padding-top: 50px !important;}»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»1314″ img_size=»medium» style=»vc_box_circle_2″ css=».vc_custom_1542996862136{padding-top: 50px !important;}»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»1308″ img_size=»medium» style=»vc_box_circle_2″ css=».vc_custom_1542996940642{padding-top: 50px !important;}»][/vc_column][vc_column width=»1/6″][vc_single_image image=»1311″ img_size=»medium» style=»vc_box_circle_2″ css=».vc_custom_1542996977805{padding-top: 50px !important;}»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]El Cuerpos Cósmico: En el ámbito profundo del cuerpo, o el Cuerpo Profundo, existe una dimensión llamada Cuerpo Cósmico, aquel que constituye nuestra esencia espiritual, universal y total (no religiosa),  en donde reside toda la información necesaria para la plenitud y en el que se encuentran las memorias arquetípicas cósmicas (confianza, gozo, poder, amor, creatividad, intuición y transcendencia).

Este Cuerpo Cósmico, aunque maravilloso, es evitado tajantemente, pues canaliza enormes cantidades de energía vital cósmica que son difíciles de manejar para el ego y la personalidad, por eso lo hacemos nuestro secreto #1, vivir desconectados del Cuerpo Cósmico le asegura la supervivencia al ego y a la personalidad mal sana, pero nos condena a la desconexión, la angustia y la sensación de orfandad cósmica.

El Cuerpo Herido, donde se instalan todas las vivencias de trauma y dolor, en principio las relacionadas con el rechazo y castigo hacia los comportamientos corporales no asimilables para nuestras familias, pero también por experiencias posteriores que no se resolvieron saludablemente.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Este cuerpo es evitado inconscientemente por el ego, pues está cargado de miedo y dolor, por ello cualquier metodología terapéutica, cualquier proceso de sanación verdaderamente integral debe abordar en algún momento el secreto #2 del cuerpo.

El Cuerpo Prohibido, que contiene lo registros sensoriales vinculados al deseo de todo aquello que en nuestra familia fue considerado tabú, está determinado por los mandatos familiares de lo que se podía o no tocar, mirar, acariciar, sentir, experimentar, etc. Todos estos miedos y deseos reprimidos exigen gran esfuerzo al ego para mantenerlos reprimidos y son el origen de las sintomatologías.

Este Cuerpo Profundo, desconocido para muchos, espera nuestra visita, desprovista de los juicios y miedos del ego y planteada desde el amor profundo y el respeto a sus secretos, porque no hay manera de encontrarnos con nuestra verdadera plenitud si nuestro cuerpo sigue sin ser tocado, sentido y escuchado.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

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