El poder sanador del amor

Decía Platón que la mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco.

Y su perspectiva era muy acertada por varias razones. El amor o más bien el Amor, es la fuerza que sostiene y crea todo, el poder generador y lo que le da vida a la vida. Me gusta usar el Sol como un símbolo de él, es poderoso, irradia luz y calor incondicionalmente y con ello nos da vida; jamas alardea ni al amanecer aparece haciendo show; y su luz esta presente hasta en la oscuridad de la noche, reflejada por la Luna.

Cuando logramos desde lo humano Amar nos elevamos a ese arquetipo solar, nos hacemos fuentes conectados con el Todo, el Cosmos; somos capaces de reciclar recursos para crear vidas (creaciones de todo tipo) nuevas que nutren, sirven y alegran a nosotros y los otros; podemos tocar el mundo con esa energía invisible y hacerlo mejor; y tenemos el combustible de mejor calidad para tener la fuerza de crecer y expandirnos.
 Por todo eso y más el amor lo sana todo: la tristeza, la rabia, la frustración, la enfermedad, el miedo, la locura…

Recíbelo; Lo único que impide que ese gran Amor te toque y te sane es tu idea de que no lo tienes o no lo mereces. Necesitas abrirte, dejar que te llene, darle el permiso de sanarte, entregarte y confiar en el.
Conéctate todos los días:encomiéndate a esa fuerza de amor, hoy, mañana, y cada día. Haz aquello que te conecta con su energía, medita, camina en la naturaleza, recibe los rayos de sol, come los frutos del sol: verduras y frutas, carga agua con baños de sol.

Transmútalo: Una vez te conectes, nútrete tanto que puedas cocinar a fuego lento en la tibieza de tu corazón algo nuevo y único, una nueva vida en cualquier forma: tu libro, tu danza, tu canción, tu proyecto, tu relación, tu empresa, tu hijo…

Compártelo: cuando estés con tu amad@, tus seres queridos o tu peor enemigo irradia ese amor como un sol, sin condiciones, sin limites y sobre todo sin juicios!

El corazón es la fuente: el chakra cardíaco es el centro donde recibimos la energía amorosa solar y desde donde la ofrendamos, meditar desde el corazón, sin mente, y actuar en todo momento desde allí, como al tomar decisiones y al estar con otros, cambia tu vida por completo, por que ahí en tu corazón habita la fuerza más grande del cosmos: el Amor.