Los requisitos del merecimiento

Cada uno a su manera, dependiendo de su entorno (familia, cultura, educación) creció pensando que existían unos pre-requisitos para merecer amor, pertenencia y abundancia en general.

Algunos de los indispensables para merecer según la personalidad:
Salvar a las victimas.
Servir o ser útil a los otros.
Acción, hacer muchas cosas.
Cargar a otros y sentir culpa.
Brillar, ser el centro de atención.
Seguir modas o estándares muy altos.
Ocultarse, esconderse para no molestar.
Tener méritos, logros, éxito y reconocimiento.
Tener más y más conocimiento e información.
Darle gusto a los demás, tener muchas amistades.
Perderse en las necesidades y deseos de los otros.
Producir dinero o tener pertenencias, demostrar su amor dando cosas de valor.

Para empezar será importante detectar que es lo que creemos nos da valor a nosotros mismos. En la lista anterior podrás identificar tus ideas de lo que crees que necesitas ser o hacer para ganar el merecimiento. Nuestras acciones en busca del merecimiento no son siempre iguales pero en general se mueven alrededor de un par de las ideas anteriores.

Una vez detectes esos patrones, necesitas saber, aprender y recordar cada vez que regreses a ellos que: en realidad no existen pre-requisitos para el merecimiento, porque tu eres suficiente, tal cual eres, y nada de eso que piensas que tienes que ser o hacer es verdaderamente necesario para merecer amor, pertenencia y abundancia.

Luego, revisa la mentira de la inadecuación, esa en la que se basan los anuncios publicitarios para ganar dinero; esa que quienes están obsesionados por su poder usan para hacernos negociar nuestra verdad y nuestro valor original y esa que aprehendemos en la infancia cuando experimentamos desamor, vergüenza y culpa por cualquier razón.

Esa inadecuación nos hace sentir como errores, dañados por dentro, incompletos e imperfectos en esencia, y nos lleva a buscar afuera eso que nos repare o nos de el valor que no encontramos dentro, esa inadecuación nos lleva siempre a esos patrones que ya enlistamos.

Pero tiene solución: la inadecuación se resuelve cuando recuerdas que en la magnitud y fuerza de la vida en el cosmos, tu aunque diminuto, eres perfecto y suficiente, participando de ese orden universal como cada átomo, célula, planeta o galaxia. No puedes escaparte, por más que quieras o te lo repitas, de esa Perfección y Orden Supremo y Original. Eres una obra de arte cósmica y divina, y ocupas un lugar de valor, como el Sol en el sistema solar, o como tu corazón en tu propio cuerpo: eres indispensable.

  1. Ser suficiente empieza por: Suficiente! Suficiente de querer ser más flaco, o inteligente, o reconocido, o necesario. Suficiente de pretender cambiarte a cada instante. Suficiente de negociar tu verdad por aceptación. Suficiente de sacrificarte por cumplir expectativas. Suficiente de no amarte, no te lo mereces!. Eres suficiente ahora!
  2. SI tus padres te enseñaron de alguna manera o participaron en tu no-merecimiento, perdona y limpia. No necesitas seguirlos en eso. La mejor manera de honrarlos es eligiendo la felicidad y el merecimiento.
  3. «Naciste siendo importante, eres una bendición y eres poderoso. Amor y plenitud son tus derechos de nacimiento, solo por que apareciste aquí, con toda tu gloria, belleza, preguntas y anhelos.» Danielle LaPorte.
  4. Aspira al suficientemente bueno y renuncia al perfeccionismo (al que le preocupa el que dirán y apaga nuestra luz). El perfecto como estándar o expectativa no existe, punto, no importa cuando te esfuerces. El suficientemente bueno si es posible, y se basa en los puntos anteriores junto con el optimismo sano, que te permite habitar los limites de la realidad (tiempo, espacio, ciclos, leyes…) usando las aspiraciones elevadas como estrellas guías inspiradoras.
  5. Remplaza la vergüenza, comparación y desconexión, con el coraje, la compasión y la conexión. Todos hemos atravesado el no merecimiento, y tu también sabes como se siente, desde esa sabiduría tienes la materia prima del coraje, la compasión y la conexión, opta por ellos, abre el corazón, se auténtico y comparte tu luz.
  6. Elige brillar, por que eres único, porque ya eres suficiente, porque mañana puede ser muy tarde, porque eres importante y necesario, y porque te lo mereces!
  7. Ahora que lo sabes: apréndelo, recuérdalo y practícalo!