¿Por qué la queja te deja solo?

La queja puede parecer razonable. Si no obtenemos lo que queremos, si afuera las cosas no están como deberían, si debemos exigir nuestros derechos la queja parece ayudarnos.

Pero es la queja la que te aqueja por que…

La queja centra el foco de tu mente y todo tu poder creativo en lo que está mal o no funciona.
La queja te desempodera porque siempre alguien más tiene la culpa de lo malo que sucede en tu vida.
La queja crea una vibración densa y reitera todas las creencias negativas y limitantes de que hay gente mala, el mundo está de mal en peor, no existe la justicia, nadie hace lo correcto, etc…
La queja crea un espiral descendente, que te lleva más abajo, y te hace sentir peor.
La queja es un escape a la sanación del dolor y al poder, te facilita quedarte en lo cómodo y conocido, te hace perderte del placer que hay tras las lecciones del dolor, y de una vida creada desde tu poder.

Para contrarrestar los efectos del demonio de la queja intenta:

Agradece y focalízate en lo que si tienes, si eres, si puedes, si sucede, si hay.
Eleva las circunstancias, mirando lo positivo, y buscando soluciones a lo negativo.
Responsabilízate, ¿qué está en tus manos hacer para mejorar la situación?, haz lo que puedas y te corresponda si te nace.
Suelta lo que no puedas resolver, lo que no quieras resolver, y sigue adelante.
Mira la belleza, hay en abundancia en cada instante de la vida, te hace disfrutar, te maravilla, te inspira, te eleva.
Sana la adicción, si la queja es una constante, probablemente seas adicto a ella, para eso busca la causa de esa adicción (escapas de que?) y crea el habito de la gratitud a través de la repetición, practica la gratitud tanto como practicabas la queja.
Encuentra otras formas más positivas o creativas de conectarte con los otros, cuando solo te quejas te vas quedando solo o terminas rodeado de personas que solo se quejan.