Yoga para abrazar la vida

Las asanas de flexión hacia atrás son posturas en las cuales el cuerpo se abre para enfrentar el mundo. Estimulan y extrovierten. En la medida en que expanden el pecho y estimulan la inhalación, se asocian con la actitud de abrazar la vida. También son posturas dinámicas que implican movimientos contra la fuerza de gravedad y, por lo tanto, exigen fuerza y energía para realizarlas.

Algunas personas se caracterizan por inclinarse hacia atrás para complacer a los demás y con frecuencia tienen la misma habilidad a nivel físico. Quienes tienen dificultades para inclinarse hacia atrás, pueden sentirse temerosos de enfrentar la vida y de entregar amor. Estos miedos comunes son instintivos y se deben a experiencias pasadas desagradables.

La rigidez física hace perder la espontaneidad y afecta de manera negativa la personalidad externa; se traslada al cuerpo a través del cerebro y del sistema nervioso y se denomina ‘armadura corporal’. Las asanas de flexión hacia atrás rompen a armadura corporal. Tiene efecto sobre las profundidades de los cuerpos mental y físico y ayudan a remodelar y a darle una forma nueva a la personalidad.

A nivel físico, las asanas de flexión hacia atrás estiran los músculos abdominales y tonifican y fortalecen los músculos que controlan la columna, lo cual ayuda a prevenir la hernia discal y otros problemas de la espalda. Los nervios de la columna, que salen del espacio que separa las vértebras, también se tonifican. Esto tiene repercusiones benéficas en todo el cuerpo puesto que de estos nervios depende la energía del resto del sistema nervioso, de los órganos y de los músculos del cuerpo.

La columna vertebral es una ‘pila amontonada’ de vertebras y discos. Hay grupos de músculos que se extienden a todo lo largo de la columna, cubriéndola y dándole sostén de todos los lados. La posibilidad de mantener la columna derecha y alineada, a pesar del movimiento, depende por completo del tono y del soporte de la contracción de los músculos. Los músculos mismos se controlan de manera inconsciente a través de la postura.

Las tensiones subconscientes y los traumas con frecuencia se reflejan en la actividad y el tono de los músculos de la espalda y genera zonas demasiado rígidas o demasiado blandas, en vez de permitir un nivel de consistencia homogéneo. Existen investigaciones recientes que demuestra que el 90% de los dolores de espalda se originan en desequilibrios musculares. Si estos desequilibrios se prolongan, la ‘pila amontonada’ de la columna vertebral  pierde su alineación, los ligamentos se fuerzan y se empiezan a manifestar síntomas de espondilosis, hernia discal, ciática y osteoartritis.

La práctica de asanas de flexión hacia atrás puede corregir defectos posturales y desequilibrio neuromusculares de la columna vertebral. Como es el caso en todas las asanas, es importante realizar estas prácticas ejerciendo un control adecuado y sincronizando la respiración con el movimiento de manera que todo el grupo de músculos se contraiga de manera uniforme.

La sangre impura tiene la tendencia a cumularse en la región posterior donde la circulación puede volverse lenta debido al mantenimiento prolongado de la posición vertical. Estas asanas ayudan a estimula la circulación, a purificar y a enriquecer la sangre en esta zona.

Las asanas de flexión hacia atrás crean una presión negativa en el abdomen y la pelvis, lo cual estimula la tonificación neurocirculatoria de todos los órganos relacionados. También masajea el abdomen y los órganos pélvicos por el estiramiento de los músculos del área, especialmente del recto abdominal.