El yoga y la mujer

En el Tantra y el yoga la mujer es la gran iniciadora de los rituales, se la asocia a Shakti la energía creativa, la trama integradora que da nacimiento y conecta todo. Y propone que Shiva y Shakti se encuentran ambos dentro de cada individuo y el Tantra busca su encuentro o unión, que es la que provocará la iluminación.

La mujer esta sincronizada sepa o no, con los ciclos naturales, con la Shakti Cósmica, pero ha sido la cultura la que le ha impuesto duras cargas y estereotipos que le impiden disfrutar de esta conexión vital preferencial.

La mujer es cíclica toda la vida, no solo durante la madurez sexual con la menstruación sino tras la menopausia. Si hay suficiente conciencia y autoconocimiento, la mujer notara que incluso tras la menopausia su cuerpo energético, emocional  y mental se comporta cíclicamente a pesar de la ausencia del periodo.

“La tierra tiene sus estaciones cuando las hojas rojas y pardas caen mientras la savia vital se retrae antes de su resurgimiento vigoroso en la primavera. Adoptando una actitud positiva hacia estos naturalisimos procesos femeninos, podemos ampliar nuestra conciencia de la menstruación y sus consecuencias, para sentir el lazo de con la madre tierra y participar de los ritmos del Universo” Swami Muktananda.

Durante el los tres primeros días del ciclo lunar femenino, que en una mujer fértil coinciden con los de la menstruación, se aumenta el trabajo de Apana Prana, un componente del Gran Prana del cuerpo, que se encarga de la purificación.

La sangre de la menstruación no es sucia, pero al no haber ovulo fecundado, es desechada, dando inicio a un nuevo ciclo, que no es solo fisiológico, sino una oportunidad energética, emocional, mental y espiritual de soltar lo previo y reconectarse consigo misma y lo esencial.

Los poderes y regalos durante la menstruación:

  • La disminución en la energía vital, asociada al aumento en el trabajo de Apana, permite mayor disposición para el contacto con las emociones y pensamientos.
  • La capacidad introspectiva exaltada, hace las meditaciones más fáciles y más profundas.
  • Los sueños son más vividos, por lo que son una herramienta para contactase con el inconsciente y limpiarlo de temas no resuelto o para extraer sabiduría para la vida.
  • El aumento de sensibilidad, permite un contacto más íntimo con los otros, y facilita la expresión de emociones reprimidas.
  • La necesidad de descanso, favorece la renovación energética, y garantiza un nuevo ciclo saludable.
  • La creatividad espiritual aumenta, y podemos experimentar un vínculo fortalecido con la fuente divina o superconciencia, como sea que cada mujer la experimente.
  • Es un momento de reflexión y revisión amorosa de lo vivido y de los ajustes necesarios para el ciclo que inicia, junto con la planeación de los deseos a realizar.

Yoga durante la menstruación:

Se recomienda continuar con la práctica de yoga durante la menstruación pero realizándola con más suavidad y gentileza. Dándole prioridad a posturas de flexión atrás como el puente o kandharasan, el camello o ushtrasana, y el gato o marjari asana. Y posturas de descanso como en bebe o sahshankasana, el cadaver o shavasana,  supta baddha konasana y supta virasana con soporte.

Evitar si hay dolor, posturas invertidas, sobre todo aquellas en las que las piernas están por encima del corazón, y practicas vigorosas y extenuantes. La práctica de yoga debe facilitar el descanso, la renovación y la meditación.

Yoga durante el resto del ciclo:

Siempre deben respetarse los cambios energéticos durante el ciclo menstrual, durante la ovulación hay mayor vitalidad así que pueden realizarse prácticas más exigentes y dinámicas.

Se recomienda incluir siempre posturas como: la vela o Sarvangasana, el arado o Halasana, el pez o Matsyasana, el puente o Kandharasana, la pinza o Paschimottanasana, el arco o Dhanurasana, pranayamas, yoga nidra y meditación.