El demonio de la queja

La queja puede parecer razonable. Si no obtenemos lo que queremos, si afuera las cosas no están como debieran, si debemos exigir nuestros derechos  la queja parece ayudarnos.
Pero es justamente la queja la que nos aqueja social y culturalmente.
  • La queja centra el foco de nuestra mente y todo nuestro poder creativo en lo que está mal o no funciona.
  • La queja nos desempodera porque siempre alguien más tiene la culpa de lo malo que sucede en nuestra vida.
  • La queja crea una vibración densa y reitera todas las creencias negativas y limitantes de que hay gente mala, el mundo está de mal en peor, no existe la justicia, nadie hace lo correcto, etc…
  • La queja crea un espiral descendente, que nos lleva más abajo, y nos hace sentir peor.

Para contrarrestar los efectos del demonio de la queja intenta:

  1. Agradece y focalízate en lo que si tienes, si eres, si puedes, si sucede, si hay.
  2. Eleva las circunstancias, mirando lo positivo, y buscando soluciones a lo negativo.
  3. Responsabilízate, ¿qué está en tus manos hacer para mejorar la situación?, haz lo que puedas y te corresponda si te nace.
  4. Suelta lo que no puedas resolver, lo que no quieras resolver, y sigue adelante.
  5. Mira la belleza, hay en abundancia en cada instante de la vida, te hace disfrutar, te maravilla, te inspira, te eleva.